El gol de central al comienzo del partido por cuartos de final de copa libertadores cayó como un baldado de agua fría sobre los aficionados verdolagas. Había ocurrido lo advertido hasta el cansancio, nuevamente el exceso de confianza en la salida con balón dominado le había dado la oportunidad al rival de convertir. De entrada, Rueda sorprendió con un planteamiento de tres defensas centrales, que mantuvo incluso cuando por el gol tempranero se le hubiese venido abajo el esquema de juego inicial. Los goles que le hacen a Nacional parecen el replay de goles recibidos en juegos anteriores. (ver aquí "Salgamos Jugando")
Nacional asimiló bien este revés inicial y con juego elaborado dominó las acciones del primer tiempo, replegó a los argentinos en su área e inquietó el pórtico rosarino.
Por su parte y siendo superados en técnica, los jugadores del canalla acudieron a la presión alta, la falta táctica, al reclamo, la lucha y la disciplina, a tirarse al piso y al contragolpe. En el segundo tiempo Central se paró más adelante y logró equiparar las acciones.
Nacional Siguió intentando y arriesgó en los cambios, dejando espacios que el rival utilizó para herir, estando muy cerca de convertir el segundo gol, de no ser por la mala fortuna al estrellar un balón en el palo y por la milagrosa triple atajada de Armani, que de seguro es la acción más espectacular protagonizada por un arquero en lo que va del torneo.
Al final, queda un resultado adverso pero remontable. Un desafío para los jugadores verdes, que deberán retomar su nivel de inicio de temporada, todo un reto para Rueda el volver a encontrar en una semana al equipo que hace rato tiene embolatado. En el Atanasio Girardot se definirá la serie, con posibilidades para ambos y con una dura lección para Nacional, que ojalá esta vez si haya sido asimilada.