lunes, 18 de abril de 2016

¿Es posible el sueño olímpico?

imagen tomada de occidente.co

Mirando los rivales de la selección de fútbol masculina en la próxima cita olímpica, nos encontramos con un camino sinuoso, al tener que enfrentar a los elencos campeones de Europa (Suecia), África (Nigeria) y Asia (Japón), habiendo sido Colombia la última clasificada al certamen, al ganar por un estrecho margen el "repechaje" frente a Estados Unidos.
Si a esto le sumamos el tener que enfrentar a Slatan Ibrahimovic (a mi juicio, un fuera de serie) o a una Nigeria que ya ha ganado el oro y la plata en la cita olímpica y que es potencia mundial en categorías juveniles, el panorama no parece muy alentador.
Sin embargo, otros factores apuntan a favorecer el desempeño de la tricolor.
Para comenzar, si hay voluntad por parte de la federación y se hacen correctamente las gestiones con los clubes, podemos armar una selección de lujo. Muchos jugadores que han estado en convocatorias de la selección de mayores cumplen la norma de edad, y seguramente serán la base del equipo olímpico. Son ellos: Cristian Bonilla, Helibelton Palacios, Davinson Sanchez, Guillermo Celis, Sebastián Pérez, Rafael Santos Borré, Jarlan Barrera, Harold Preciado y Marlos Moreno.
Otros jugadores juveniles cómo Roger Martinez, Juan Quintero y Andrés Rentería seguro aportarán la experiencia internacional al equipo.
Capítulo aparte merecen los tres cupos de jugadores mayores que pueden alinearse. Si tuviese la responsabilidad de elegir los tres refuerzos de la selección mayor, me decantaría por armar una columna vertebral con David Ospina, Jeison Murillo y James Rodriguez. Cada quien tendrá su opinión y el cuerpo técnico tomará la decisión.
Por otro lado, los partidos contra Suecia y Japón se jugarán en la selvática ciudad de Manaos. Este factor no es de poca monta, considerando que la humedad y el calor afectarán posiblemente en mayor medida a nipones y a escandinavos, que a nuestros jugadores habituados al trópico.
Para finalizar, por su proximidad, los estadios brasileros seguramente contarán con una nutrida asistencia de colombianos, como sucedió en el mundial. La mancha amarilla aportará sus gritos, su aliento y su fuerza para que los que están en la cancha se sientan jugando de locales y den ese plus que les permita ir por la medalla.
Pocas veces se nos van a presentar tantos factores a favor para una selección olímpica de fútbol, por eso hay que aprovecharlos y escribir una historia memorable en estas justas.